La más importante
Ir al cine siempre es catalogado como un ritual donde parejas o un grupo de personas se juntan para ver una película y disfrutar de ricos aperitivos.
Sin embargo, si vas sólo al cine no tienes que ser mal visto, al contrario.
Existen muchas ventajas de disfrutar esta experiencia sin tener que ir acompañado, para empezar, podemos comenzar con la más importante: ¡No tienes que discutir sobre cuál de todas las películas en cartelera elegir!
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¿Forever alone?
Pocos son los que confiesan que han ido al cine solos pero seamos honestos, las probabilidades perderte una película, llegar tarde o incluso, no asistir, se inclinan más a ir en pareja o grupo.
Es mucho más complicado coincidir sobre el día y el horario más conveniente que poder escoger el que mejor se acomode a tu agenda.
Muchos creen que es más una actividad nocturna, sin embargo, están abiertos desde temprana hora, para aquellos que les gusta comer en su lugar y usar su hora de comida en otras cosas, es una muy buena oportunidad.
Un poquito de historia
En el pasado, el cinema era considerado un punto de reunión, donde la gente se veía antes y después de la película para platicar, jugar e incluso para buscar al amor de su vida.
Hoy en día tenemos el concepto de ser un lugar donde exclusivamente nos divertimos, reímos, lloramos y soñamos con las historias que se cuentan cada día.
Si eres de aquellos que viven en carne propia lo que aparece en la pantalla, sin duda no querrás tener interrupciones y distracciones.
La intimidad de disfrutar las historias que se cuentan en la pantalla grande, son más placenteras cuando el espectador se sumerge en ellas.
No podemos dejar pasar los grandes privilegios de la evolución que ha tenido el cine en los últimos años.
El contar con un extenso menú de exquisita comida al igual que poder elegir tu lugar en el momento de comprar el boleto, definitivamente son privilegios que gozan no solo los que asisten en pareja o grupo, sino para aquellos que también disfrutan de pasar momentos consigo mismo sin importar lo que los demás puedan opinar.
La próxima vez que escuches a una persona comentar sobre disfrutar del séptimo arte en solitario, pregúntate, y yo, ¿cuándo voy a tener la suerte de hacer lo mismo?
