Un ETF inverso es un fondo construido mediante el uso de varios derivados para beneficiarse de una disminución en el valor de un índice de referencia subyacente.
Invertir en un ETF inverso es similar a mantener varias posiciones cortas, que implican pedir prestados valores y venderlos con la esperanza de recomprarlos a un precio más bajo. Un ETF inverso también se conoce como ETF corto.
Los ETF inversos permiten ganar dinero cuando el mercado o el índice subyacente declina, pero sin tener que vender nada de forma corta. Las tarifas más altas tienden a corresponder con los ETF inversos frente a los ETF tradicionales.
Comprendiendo qué es un ETF inverso
Muchos ETF inversos utilizan contratos de futuros diarios para producir sus ganancias. Un contrato de futuros es un contrato para comprar o vender un activo o valor en un tiempo y precio establecidos. Los futuros permiten a los inversores apostar por la dirección del precio de los valores.
El uso de los contratos de futuros permite a los inversores apostar a que el mercado disminuirá. Si el mercado cae, el ETF inverso aumenta aproximadamente el mismo porcentaje menos las comisiones (incluidas las del corredor).
Hay que mencionar que los ETF inversos no son inversiones a largo plazo. Ya que los contratos de derivados son comprados y vendidos diariamente por el administrador del fondo.
Como resultado, no hay forma de garantizar que el ETF inverso coincida con el rendimiento a largo plazo del índice o las acciones que está rastreando. El comercio frecuente a menudo aumenta los gastos del fondo y algunos ETF inversos pueden llevar relaciones de gastos del 1% o más.
Tipos de ETF inversos
Existen varios ETF inversos que pueden utilizarse para beneficiarse de las caídas en los índices de mercado generales, como el Russell 2000 o el Nasdaq 100. Además, existen ETF inversos que se centran en sectores específicos, como finanzas, energía o bienes de consumo.
Algunos inversores utilizan ETF inversos para beneficiarse de las caídas del mercado. Mientras que otros los utilizan para cubrir sus carteras contra la caída de los precios.
Por ejemplo, los inversores que poseen un ETF que coincide con el S&P 500 pueden cubrir sus caídas al poseer un ETF inverso para dicho índice. Sin embargo, la cobertura también tiene riesgos. Si el S&P aumenta, los inversores tendrían que vender sus ETF inversos, ya que experimentarán pérdidas que compensarán cualquier ganancia en su inversión original en S&P.
Los ETF inversos son instrumentos comerciales a corto plazo que deben sincronizarse perfectamente para que los inversores puedan ganar dinero. Existe un riesgo significativo de pérdidas si los inversores asignan demasiado dinero y cronometran mal sus entradas y salidas.