México como socio comercial de USA

La economía comercial mexicana tuvo un crecimiento promedio del 2 por ciento del PIB entre 1994 y 2020, pero se contrajo un 8,5 por ciento en 2020. La desaceleración económica debida a la pandemia mundial de COVID-19 fue la principal razón de la contracción, ya que la IED disminuyó un 11,7 por ciento. La política fiscal austera en México dio lugar a un superávit primario del 0,1 por ciento en 2020. El gobierno ha mantenido la independencia del banco central (Banco de México).

La inflación se mantuvo en 3,4 por ciento en 2020, dentro del objetivo del Banco de México de 3 por ciento ± 1 por ciento. La administración mantuvo su compromiso de reducir el gasto burocrático para financiar una ambiciosa agenda de gasto social y proyectos prioritarios de infraestructura, incluyendo la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. El presidente López Obrador se apoyó en estas iniciativas al idear una respuesta gubernamental a la crisis económica provocada por el COVID-19.

En 2020, México se convirtió en el tercer socio comercial de Estados Unidos en bienes y servicios y el segundo en bienes solamente.

Sigue siendo uno de nuestros socios inversores más importantes. El comercio bilateral creció un 482,2% entre 1993 y 2020, y México es el segundo mercado de exportación de Estados Unidos. Estados Unidos es la principal fuente de inversión en México extranjera directa (IED), con 100.900 millones de dólares (total de 2019 según la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos), o el 39,1 por ciento de todas las entradas (stock) a México, según la Secretaría de Economía de México.

México aprobó el protocolo enmendado del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) en diciembre de 2019, Estados Unidos en diciembre de 2019 y Canadá en marzo de 2020, proporcionando un impulso de confianza a los inversores que esperan una integración económica regional continua y profunda. El USMCA entró en vigor el 1 de julio de 2020. El presidente López Obrador ha expresado su optimismo de que impulsará la economía mexicana.

Sin embargo, los inversores informan de que los repentinos cambios regulatorios y los retrocesos en las políticas, la inestable salud financiera de la empresa petrolera estatal Pemex y la percepción de una débil respuesta fiscal a la crisis económica de COVID-19 han contribuido a la incertidumbre actual. En el primer y segundo trimestres de 2020, las tres principales agencias de calificación (Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s) rebajaron la calificación crediticia soberana de México (en un nivel, a BBB-, Baa1 y BBB, respectivamente) y la calificación crediticia de Pemex (a la categoría de basura).

Aumento de PIB en México

El Banco de México revisó al alza las expectativas de crecimiento del PIB de México para 2021, del 3,3 al 4,8 por ciento, al igual que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo elevó al 5 por ciento desde la estimación anterior del 4,3 por ciento en enero. Aun así, los analistas del FMI prevén que la recuperación económica hasta los niveles anteriores a la pandemia podría tardar cinco años.

Además, la incertidumbre sobre el cumplimiento de los contratos, la inseguridad, la informalidad y la corrupción siguen obstaculizando el crecimiento económico sostenido de México. Los recientes esfuerzos por revertir las reformas energéticas de 2014, incluida la ley de reforma eléctrica de marzo de 2021 que prioriza la generación de la empresa eléctrica estatal CFE, aumentan aún más la incertidumbre. Estos factores elevan el costo de hacer negocios en México.

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