América Latina se ha convertido en el epicentro de la pandemia de coronavirus, pero eso no impide que los inversores compren sus fondos y acciones cotizados con gusto. Las acciones latinoamericanas se han visto afectadas a medida que el número de muertos por el virus Covid-19 aumenta considerablemente, especialmente en Brasil y México, pero también en Colombia, Perú y Ecuador.
El mayor ETF latinoamericano, de 908 millones de dólares, ha perdido un 37% en el año. Al parecer, esto tiene a los inversores en busca de gangas, ya que también ha visto 148 millones de dólares en entradas en el último mes, más que cualquiera de los otros 23 ETF de América Latina.
El aumento de los precios de las materias primas y la expectativa de que los casos de Covid se estabilicen pronto hacen que muchos analistas pronostiquen que los mercados de renta variable de la región subirán fuertemente a corto y medio plazo.
Un reciente informe de Goldman Sachs señala que los precios de las mayores exportaciones de la región, especialmente la energía y los metales industriales como el cobre y la plata, comenzaron a mejorar en abril y mayo.
“Los inversores han detectado una buena oportunidad de compra después de que las acciones latinoamericanas hayan estado en desuso durante muchos meses”, afirma Todd Rosenbluth, jefe de investigación de ETF y fondos de inversión de CFRA. Aunque los mercados locales han subido, añade, están saliendo de unos niveles tan bajos que es probable que haya más ganancias por delante.
Perspectivas empresariales y financieras de la OCDE
También queremos comentar brevemente el informe OECD Business and Finance Outlook 2020. Se trata de un informe que este año se centra en la inversión ESG. Si hay un informe en profundidad sobre ESG. Ofrece una mirada admirablemente honesta sobre el estado de la inversión e integración ESG; hasta dónde ha llegado la ESG, los retos que hay por delante y lo que debería hacerse para abordarlos.
El informe evalúa las prácticas actuales en materia de ESG e identifica las prioridades y acciones para alinear mejor las inversiones con el valor sostenible a largo plazo. En particular, el informe subraya la urgente necesidad de contar con datos más coherentes, comparables y verificables sobre los resultados en materia de ESG. Incluso la OCDE está confundida por todas las diferentes métricas y normas que existen.
Algunos puntos destacados:
- No hay muchas pruebas de que los fondos ESG superen a los fondos estándar, ajustados al riesgo – pero los fondos ESG sí parecieron superar a los fondos durante la pandemia de COVID-19.
- El tamaño del mercado sostenible ha crecido aproximadamente un 30% desde 2016, alcanzando hasta 30 billones de dólares en activos totales en los cinco mercados más relevantes. La Unión Europea sigue liderando el total de activos invertidos comprometidos con inversiones sostenibles, alcanzando los 14 billones de dólares, seguida de Estados Unidos con 12 billones de dólares.
- Enverdecimiento” del sistema financiero. Los estudios demuestran que más de un proveedor de puntuaciones ESG presenta incoherencias cuando se trata de la “E”: muchas veces, las empresas con puntuaciones globales altas también se correlacionan con un alto uso de energía no renovable, uso de agua, contaminación y generación de residuos, y/o altas emisiones. A pesar de tener categorías de puntuación similares, siguen existiendo incoherencias en los criterios de medición entre los proveedores de puntuación.
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