Descubre la historia del portafolio de inversión

Cuando se habla de la historia del portafolio de inversión, primero hay que partir de la definición del concepto. Un portafolio de inversión o cartera de inversiones, como también se le conoce, es una colección de activos que generan ingresos y que se han comprado para cumplir un objetivo financiero.

Sin embargo, si se retrocediera 50 años en una máquina del tiempo, nadie tendría la menor idea de lo que se refiere este tema. Es sorprendente que algo tan fundamental como una cartera de inversiones no existiera hasta finales de la década de 1960. La idea de los portafolios se ha arraigado tanto que no podemos imaginar un mundo sin ellos, pero no siempre fue así.

En este artículo se hace un recuento de la evolución de la cartera moderna, desde sus humildes comienzos, hasta la actualidad.

Explorando la historia del portafolio de inversión

Lo que conocemos como la cartera moderna evolucionó a través de los esfuerzos de varios economistas que propusieron diferentes teorías de inversión. Algunos de ellos se mencionan a continuación.

En 1938, el libro de John Burr Williams, “The Theory of Investment Value” (en español “La teoría del valor de la inversión”), propuso que el valor de una acción debería ser igual al valor actual de sus dividendos futuros.

Harry Markowitz es un economista ganador del Premio Nobel a quien se le atribuye el desarrollo de la teoría de la cartera moderna en 1952. Markowitz ideó un método para igualar matemáticamente la tolerancia al riesgo de un inversor y las expectativas de recompensa para crear una cartera ideal, que se centrara en la diversificación de clases de activos y valores.

El comienzo de la teoría del portafolio

En 1938, John Burr Williams escribió The Theory of Investment Value que capturó el pensamiento de la época: el modelo de descuento de dividendos. El objetivo de la mayoría de los inversores era encontrar una buena acción y comprarla al mejor precio.

Sin importar cuáles eran las intenciones de un inversor, el ejercicio de invertir consistía en hacer apuestas sobre acciones que creía que estaban al mejor precio. Durante este período, la información seguía llegando lentamente.

Posteriormente, la historia del portafolio de inversión cuenta que Harry Markowitz, entonces un estudiante graduado en investigación de operaciones, estaba buscando un tema para su tesis doctoral.

Un encuentro casual con un corredor de bolsa en una sala de espera lo llevó a escribir sobre el mercado. Cuando Markowitz leyó el libro de John Burr Williams, le llamó la atención el hecho de que no se tuvo en cuenta el riesgo de una inversión en particular.

Esto lo inspiró a escribir “Portfolio Selection” (Selección de cartera en español), un artículo publicado por primera vez en el Journal of Finance de marzo de 1952. En lugar de causar revuelo en todo el mundo financiero, el trabajo acabó en las estanterías polvorientas de la biblioteca durante una década, antes de ser redescubierto.

Una de las razones por las que el artículo no causó una reacción inmediata es que solo cuatro de las 14 páginas contenían algún texto o discusión. El resto estaba dominado por gráficos y garabatos numéricos. El artículo demostró matemáticamente dos viejos axiomas: “nada arriesgado, nada ganado”; y “no pongas todos tus huevos en una canasta”.

El inversor y la tolerancia al riesgo

Las interpretaciones del artículo llevaron a las personas a la conclusión de que el riesgo, no el mejor precio, debería ser el punto más importante de un portafolio. Además, una vez que se estableció la tolerancia al riesgo de un inversor, crear una cartera fue un ejercicio para conectar las inversiones a la fórmula. En 1990, el Dr. Harry Markowitz compartió el Premio Nobel de Economía por su trabajo en la teoría moderna de carteras.

El impacto de la teoría moderna de la cartera

La teoría les dio a los inversores el poder de exigir carteras que se ajustan a su perfil de riesgo/recompensa. En lugar de tener que tomar lo que su corredor les dio.

Como resultado de estas demandas, el Modelo de fijación de precios de activos de capital (CAPM por sus siglas en inglés) se convirtió en una herramienta importante para la creación de carteras equilibradas.

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